En cierto modo, en muchos aspectos de la vida estamos haciendo cambios, porque no podemos «digerir» las cosas y las situaciones tal como nos vienen o como pretendemos incorporarlos a nuestra vida para que formen parte de nosotros.

Hay momentos en que se precisa hacer limpieza porque acumulamos energía innecesaria, tanto en forma física como sutil. Tenemos que «descargarnos» y limpiarnos de esa energía, porque si no corremos el riesgo de explotar de manera inadecuada.

Los trastornos de la alimentación, las malas digestiones, el ardor, la pesadez de estómago, los gases, etc., son una forma de decirnos que lo externo no tiene un adecuado «encuentro» con lo interno y no podemos digerir tal y como pretendemos lo que se presenta en nuestra vida. Se precisa hacer una selección previa, una transformación incluso, para no generar conflictos en nuestro interior. Necesitamos ser conscientes de lo que precisamos realmente y saber encontrarlo fuera para nutrirnos con ello.

Esa selección previa, ese filtrado es preciso en todos los órdenes: mental, emocional y físico. Ese filtrado «ecológico» es en todo y no por moda, sino por necesidad, para poder hacer real una reconciliación entre lo externo y lo interno.

Ponle también etiquetas «ecológicas» a tus pensamientos, tus emociones y tus actos y libérate de lo innecesario. Etiquetas ecológicas que implican respeto y fluir con la vida en todos los aspectos, vivir en definitiva de forma natural. Etiquetas ecológicas que te muestran cómo quedarte con lo que realmente te construye como ser y liberarte de todo aquello que no te aporta como ser. No malgastes tu energía, no malgastes tu vida.

Ángel